viernes, 1 de julio de 2011

ARRULLO FUNERARIO PARA EUNICE

Llegaré borracho a tu funeral Eunice,
aunque no haya alguno,
aunque el viento desarme las letras de tu tumba
hasta anegarlas en los jacintos de mis labios.

Llegaré a tu funeral, borracho,
y estaremos ahí,
diciéndonos tan sólo esas palabras
que los hombres olvidan cuando mueren,
cuando han sido vedados los caminos
y uno mira atrás, sin nombre,
o sin más nombre que el presagio
de algo que sabemos no vendrá.

Llegaré borracho
y te diré mi nombre aunque lo sepas
y diré soy la Nada,
ahí donde tus manos reposan,
y beberás conmigo los huesos de los hombres,
vendrás con la antigua presunción
de quien no muere,
de quien juega esgrima en el espejo
y siempre gana la partida.

Llegaré borracho Eunice
y me perdonarás,
tú que nunca conociste la embriaguez,
y llevaré el mirto de mis últimos días junto a tí,
para que duermas cálida, al fin,
tan sin mí, tan fugaz,
tan dulcemente.


(De Mientras arden las cumbres, 2011)

3 comentarios:

  1. Puñeta, qué puede uno decir cuando se encuentra uno con un poema de tal fuerza y, a la vez, de tales sentidos sentimientos y de tales emotivas emociones. Decir más es ponerme en pedanterías. Felicitaciones.

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  2. Tremendo, profundo, eriza el vello.

    Un saludo

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