martes, 11 de enero de 2011

Poema de Rafael Rubio (Santiago de Chile, 1975)

BUCOLICA



La luz es pájaro y el cielo tiene hambre.
Ah ojo de bronce el sol, un ojo hambriento que come
una luz que es oscura
cuando el cielo se cierne sobre el aire
y el labriego finalmente capitula
ante la inutilidad del sembradío.
El veneno del sol sobre los pastos.
Los animales malos que nos lamen
a la hora en que adentro de la luz se desata la ira del caballo
y las hierbas se estremecen como madres
cuando las roza el látigo del sol
a la hora en que la luz es una herida
y sólo queda en el aire lo que del aire queda cuando pasa
una llaga de pájaro en los cielos
porque en este valle rojo ¡Oh padre! donde
las vacas mugen sin consuelo
porque han perdido sus manchas para siempre
en esos mismos cerros en los que te crucificaron
para escarnio de las bestias que pastaban ahí
bajo la vigilancia del sol en este valle rojo
donde el nombre de Dios es una herida
que los pájaros lamen y beben
una llaga de amor sobre los pastos
una raja en el cielo por donde pasa el cielo
traspasado por los aires que el viento zarandea
lo que del aire queda cuando pasa
una llaga de pájaro en los valles
oiremos el zumbido de la luz.
Benditos sean los ciegos.
Benditos sean los sordos, porque ellos
oirán el estruendo del sol cuando amanezca.


(Del libro Luz Rabiosa, 2007)

2 comentarios:

  1. Se me olvidó comentar, retomé el texto. Es un excelente poeta, gracias hermano por compartirlo.
    Un abrazo a vos y a tu esposa, se les quiere...

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  2. Benditos sean los ciegos.
    Benditos sean los sordos, porque ellos
    oirán el estruendo del sol cuando amanezca.

    Contundencia poética, afirmación lírica cual sentencia.

    Me uní a los seguidores de su blog. Lo invito a que usted lo haga en el mío para enlazarnos por blogger.

    Seduce el nombre de este blog. Gracias.

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